viernes, 6 de julio de 2007

Las Palmas De Gran Canaria, mi ciudad

En los primeros momentos de la historia de Las Palmas de Gran Canaria, las fortificaciones siglo XV, Las Palmas se hallaba defendida sólo por una fortaleza, enclavada en las montañas de La Isleta. Este fortín, situado a cinco kilómetros de la ciudad, en las inmediaciones dónde hoy se levanta el Castillo de la luz, era el más próximo para asistirla, lo cual impedía que pudiese representar un buen papel defensivo en caso de un ataque directo a la ciudad. Esta precaria situación se mantuvo hasta poco antes de finales del siglo XVI, cuando la amenaza de corsarios y flotillas extrangeras se hizo notar avanzado mediados de siglo. Es desde entonces cuando se empieza a pensar en dotar a la ciudad de un sistema de fortificaciones más apropiado. Así, se levantaron pequeños baluartes en el litoral y en los extremos norte y sur colindantes con la marea, de los que ha llegado hasta nuestros días elTorreon de San Pedro Martir , conocido popularmente como Castillo de San Cristobal,del año 1577. De esta misma época datan las murallas de que cerraban la ciudad por sus flancos norte y sur y que vinieron a marcar los límites a su expansión urbana. Aún hoy se conservan algunos restos de ellas, justo en las cercanías del llamado Castillo de Mata actualmente en restauración para dedicarlo a futuro museo de la ciudad. que la defendieron tuvieron suma importancia. En su desarrollo urbano también, puesto que las cercas defensivas influyeron en contener la expansión del casco urbano durante siglos. La ciudad nunca contó con un sistema defensivo eficaz.

Pero estas fortificaciones no hicieron desistir a la escuadra de navíos ingleses, comandada por John Hawkins y Francis Dake que, a finales del Siglo XVI, (1595), pretendió, sin éxito, desembarcar en el litoral de Las Palmas con la intención de saquearla. Mucho menos pudieron con la Gran Armada holandesa, mandada por el almirante Pieter Van der Does, que se presentó ante la ciudad el 26 de junio de 1599. En esta ocasión, Las Palmas fue asediada durante dos días y finalmente, tras duros y cruentos combates, tomada en la tarde del 28 de junio por las fuerzas holandesas, formadas por más de seis mil soldados y 74 navíos. Aun hostigados por las milicias isleñas, que consiguieron hacerles frente y ganarles algunas batallas, los invasores permanecieron en la ciudad algunos días más. Durante este tiempo, saquearon la Caterdral de Canarias, Santa Ana, las casas consistoriales, conventos y numerosas iglesias, así como algunas casas y mansiones. Finalmente, el 4 de julio, los holandeses tuvieron que marcharse, no sin antes proceder al incendio de la ciudad. Las llamas afectaron a numerosas casas, conventos, hospitales, ermitas e iglesias y edificios públicos, algunos de los cuales quedaron completamente destruidos. También se perdieron numerosas obras de arte, entre ellas los retablos, altares e imaginería de la Catedral, muchas y buenas obras de arte sacro; pero no se pudo acabar de incendiar y destruir el templo catedralicio gracias a la solidez de su construcción.

Fue la mayor invasión en la historia de la ciudad que vino a poner fin a un negro siglo XVI.

Historia reciente
En el siglo XIX se produjo un hecho de importancia vitalpara la economía de la ciudad: la instauración de los puertos francos. Se trataba de un régimen económico especial que favorecía las relaciones comerciales del archipiélago. Este beneficio actuaba como estimulante para que numerosos barcos y navieras recalaran en la isla. Este ir y venir de barcos fue la primera semilla para que posteriormente se desarrollara en la isla la principal fuente de economía actual: el turismo. De este interés inicial por el turismo nace en 1890 el primer hotel de la isla, el Hotel Santa Catalina,que en la actualidad sigue abierto.

La ciudad no ostentó la figura de la capitalidad compartida hasta 1927, año en el que un Real Decreto durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera puso fin a la capitalidad única que hasta ese momento ostentaba Sta. Cruz de Tenerife, motivo que unido a la lucha por el control económico de las Islas, hizo nacer el llamado "pleito insular" con la otra capital, Sta. Cruz de Tenerife.

Con posterioridad a la finalización de la Guerra Civil Española y de la Segunda Guerra Mundial , se notaron ciertos síntomas de recuperación turística, que culminan en la Navidad de 1957 Aeropuerto de Gando, (hoy de Gran Canaria), un avión de la compañía sueca Transair AB, con 54 pasajeros en su interior. Acababa de iniciarse la era del turismo, principal motor económico de la isla, y del archipiélago canario en la actualidad. Durante los años 70 y 80, Las Palmas pierde su caracter turístico en beneficio de los municipios del sur de la isla.

1 comentario:

Itamar dijo...

Por cierto, se combatio con el holandes que citas ahi en Playa del Ingles y el nombre de esta playa se debe a una equivocacion.
Al no saber los nativos de Gran Canaria el idioma de Shakespeare o porque por aquel entonces se usaban banderas de otros paises para que no supiesen de donde eran los que venian a atacar a los isleños (estas dos posibilidades son hoy en dia todavia duda) pues los nativos creyeron que eran ingleses y al ganar la batalla "los ingleses" le pusieron el nombre a la playa, Playa del Ingles debiendo ser Playa del Holandes.
UN saludo.